miércoles, 21 de abril de 2010

Neoliberalismo...

21 Abr 2010 - 1:20 am

Neoliberalismo

Por: Andrés HoyosAndrés Hoyos
EL SENADOR ROBLEDO ACUSA A Mockus de ser un espantoso neoliberal, muletilla que para los de su esquina ideológica equivale a ¡oligarca!, ¡hereje!, ¡comunista!, ¡infiel!, los insultos genéricos que en el pasado proferían los fanáticos de todos los signos para condenar y descalificar a quienes no pensaban igual que ellos.

Un neoliberal de verdad es alguien que, como los famosos tea partiers americanos, desconfía del gobierno central y aspira a reducir el tamaño del Estado a la más mínima expresión. En Colombia una política como ésa, con la consecuente reducción de impuestos, sería un desastre. El único problema con el argumento es que Mockus no es hoy ni ha sido nunca neoliberal.

La peor acusación que le sacan en cara fue que vendió el 49% de la Empresa de Energía de Bogotá a inversionistas privados. La EEB en 1995 debía 1.900 millones de dólares y tenía comprometidos diez años de utilidades potenciales tan sólo para pagar la deuda. Su grave situación venía, por ejemplo, del famoso escándalo del Guavio, cuando unos funcionarios avivatos saquearon la empresa. El precio mínimo de la subasta era de 900 millones de dólares y se alcanzó un valor de 2.200 millones. Robledo dice, sin embargo, que fue un negocio ruinoso. ¿Vender algo por más del doble de lo que uno pensaba que podía valer es ruinoso? Alguien tiene mal aprendidas las tablas de multiplicar. Por si acaso, la EEB y aledañas desde entonces se descapitalizaron dos veces, dando al Distrito sumas cuantiosas para hacer grandes obras, han repartido cuantiosos dividendos y hoy la parte que le queda al Distrito vale un platal y está bien gestionada. ¿Dónde está la ruina?

La misma discusión se da alrededor de la necesidad de conseguir un socio estratégico para la ETB, aceptada incluso por la administración de Samuel Moreno. Robledo y su escudero Aurelio Suárez no concuerdan. Piensan que la solución mágica consiste en reinvertir durante muchos años la totalidad de las utilidades. ¿De veras? Están obligados a decir, entonces, cuáles colegios, cuáles guarderías y cuáles hospitales habrá que cerrar o qué impuestos se van a aumentar poderosamente, porque de lo contrario las cuentas no cuadran.

Por si acaso, los verdaderos neoliberales están de acuerdo con Robledo: ellos tampoco creen en las empresas mixtas. ¿Qué dice la experiencia internacional? Comparemos una empresa mixta como Petrobras con otra 100% estatal como Pemex. Hace diez años Pemex era un gigante y Petrobras un enano. Hoy Petrobras es la quinta compañía del mundo por capitalización de mercado, pues pasó de valer 18 mil millones de dólares en 2005 a cerca de 200 mil hoy. Pemex en el entretanto redujo sus reservas y bajó su producción. Cualquier mexicano más o menos informado confirma que Pemex es un dramático foco de corrupción y que su sindicato es una mafia. En Pemex se suceden varios Guavios al año, en Petrobras ninguno. ¿Moraleja?

Mockus en materia de impuestos está claramente a la izquierda de Robledo, enemigo jurado, por ejemplo, del impuesto a la gasolina, uno de los más redistributivos que existen. Resulta obvio que el dueño del Mercedes paga por ahí veinte veces más en la materia de lo que paga el que viaja en un bus de servicio público.

En fin, es grave que la izquierda nacional esté tan mal de ideólogos. Engolan la voz como si tuvieran la verdad revelada, pero el público no les cree. Luego dicen que lo de los demás es invención mediática. Allá ellos.

andreshoyos@elmalpensante.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario